Ay que disgusto tengo cada Sábado por la mañana cuando mis papás me llevan a la piscina para que aprenda a nadar... y es que eso de la natación no va conmigo...
Desde que entro a la piscina hasta que salgo no paro de llorar, y es que me molesta mucho que me salpiquen la cara, y nos podeis imaginar lo mal que lo paso cuando me meten debajo del agua y no puedo llorar a gusto...
Y la profesora es una brujita que me quiere llevar...
No hay juguetes que valgan...
Papá salvameeeeeee....
lunes, 4 de abril de 2011
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